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1.
Salud ment ; 40(3): 111-118, May.-Jun. 2017. tab, graf
Article in English | LILACS | ID: biblio-903720

ABSTRACT

Abstract Background Anti-inflammatory, analgesic, anticonvulsant, and other effects have been attributed to cannabis, and so it has been widely used to treat several diseases. Objective To assess the use and therapeutic effects of cannabinoid drugs and the cannabis plant in several diseases. Method We carried out a narrative review of the literature that has reported the use of the cannabis plant (marijuana) and cannabinoid drugs (nabilone, cannabinol and dronabinol, among others). We conducted a search in Medline, Cochrane, SciELO and other web sites. Clinical, controlled, double-blind and randomized studies were included. The route of administration and the cannabinoid drugs used were assessed too. Results Thirty-four studies were included. Nabilone was the cannabinoid drug more commonly used (12 studies), followed by delta-9-tetrahydrocannabinol (THC) (11 studies). It was also found that the marijuana plant and cannabinoid drugs were used to treat many symptoms or diseases. Two studies were reported for Gilles de la Tourette's syndrome. Discussion and conclusion Many scientific studies on the marijuana plant and cannabinoid drugs conclude that these are not as effective as conventional medications and thus their benefits should be taken with caution.


Resumen Antecedentes A la planta de cannabis y a los fármacos cannabinoides se les han atribuido efectos antiinflamatorios, analgésicos y anticonvulsivantes, entre otros, y por ello se han utilizado para tratar diversas patologías. Objetivo Evaluar el uso y los efectos terapéuticos de la planta de cannabis y los fármacos cannabinoides en diversas enfermedades. Método Se utilizó un diseño descriptivo mediante la revisión narrativa de la literatura sobre el uso de la planta de cannabis (mariguana) y los fármacos cannabinoides (nabilona, cannabinol y dronabinol, entre otros) en los buscadores Medline, Cochrane, SciELO y otros. Se incluyeron sólo los estudios clínicos, controlados, doble ciego y aleatorizados, así como la vía de administración y el fármaco cannabinoide utilizado. Resultados Treinta y cuatro estudios cumplieron con los criterios de inclusión. La nabilona fue el fármaco más empleado (12 estudios), seguida del delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) (11 estudios). Tanto la planta como los fármacos cannabinoides se utilizaron para tratar diversos síntomas o enfermedades. Dos estudios reportaron su uso para el síndrome de Gilles de la Tourette. Discusión y conclusión La mayoría de los estudios revisados indican que la efectividad de la planta de mariguana o de los fármacos cannabinoides no es superior a la de los fármacos convencionales y que sus beneficios deben tomarse con cautela.

3.
Salud ment ; 36(6): 471-479, nov.-dic. 2013. ilus, tab
Article in Spanish | LILACS-Express | LILACS | ID: lil-703512

ABSTRACT

La comorbilidad de los trastornos por consumo de sustancias con otros trastornos mentales presenta una importante prevalencia; se ha reportado que ésta es mayor en los centros de tratamiento psiquiátrico (2050%) y para las adicciones (50-75%) en comparación con la población abierta. Una modalidad de Ayuda-Mutua para la atención de las adicciones común en México es la de los Centros Residenciales y Casas de Recuperación para las adicciones, también llamados "anexos". El objetivo del estudio fue estimar la prevalencia de comorbilidad de los trastornos por consumo de sustancias con otros trastornos psiquiátricos en una muestra de participantes de sexo masculino adscritos a los Centros Residenciales de Ayuda-Mutua para la Atención de las Adicciones (CRAMAA). Se captó a un total de 535 participantes, de los cuales 346 cumplieron los criterios de inclusión y fueron evaluados. La evaluación diagnóstica de los trastornos por uso de sustancias y los 17 trastornos psiquiátricos comórbidos se realizó con la Entrevista Internacional Diagnóstica Compuesta (WMH-CIDI). Los resultados mostraron que 75.72% cumplía con criterios diagnósticos para algún trastorno psiquiátrico comórbido, siendo los más prevalentes los trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador, seguidos por los trastornos de ansiedad, la ansiedad por separación, los trastornos afectivos, los trastornos por control de impulsos y con menor frecuencia los trastornos de la conducta alimentaria. En la mayoría de los casos (83.59%), los trastornos psiquiátricos comórbidos precedieron a los trastornos adictivos. Este estudio constituye una aportación que puede considerarse para futuras propuestas en políticas públicas, que se traduzcan en acciones para ofertar servicios que atiendan las adicciones y los trastornos psiquiátricos de manera integral.


Substance use disorders have a high degree of comorbidity with other psychiatric disorders; it has been reported that the prevalence of comorbidity is higher in psychiatric (20-50%) and addiction (50-75%) treatment settings than in household or student populations. Because of limited treatment alternatives and greater treatment needs, Mutual-Aid groups have become relevant in the last decades. A modality of Mutual-Aid for addiction treatment that has proliferated in Mexico has taken the form of residential Mutual-Aid centers called "anexos" in Spanish. The objective of this study was to estimate the prevalence of lifetime comorbidity between substance use disorders and psychiatric disorders in those who attended these residential Mutual-Aid centers. The initial sample consisted of 535 male participants diagnosed with a substance use disorder, but only 346 fulfilled the inclusion criteria to continue with the evaluation. Only males were included as the participating centers only admit males. Psychiatric diagnosis was evaluated with the Composite International Diagnostic Interview (WMH-CIDI) using DSM-IV criteria. The results showed that 75.72% met criteria for any comorbid psychiatric disorder, the most frequent being attention deficit and conduct disorders, followed by anxiety disorders, separation anxiety disorders, mood disorders, impulse control disorders and least frequently eating disorders. While the study is limited by its non-representative sample, the findings provide valuable information for a hidden population for which there is a dearth of information and points to the need for integrative services which address both addiction and comorbid psychiatric disorders simultaneously.

5.
Salud ment ; 34(6): 491-496, nov.-dic. 2011. ilus, tab
Article in English | LILACS-Express | LILACS | ID: lil-632855

ABSTRACT

This study aimed for the validation of the General Cocaine Craving Questionnaire (CCQ-G) in Mexican population. To achieve this, the scale was applied by interviewing 233 cocaine users, of which 214 met inclusion criteria for the final analysis. This study's inclusion criterion was: not having a psychotic episode and/or manic or depressive or cognitive damage that could impede adequate test solving. The sample consisted entirely of male participants, aged between 18 and 59 years (M = 27, SD = 9.2). All participants met DSM-IV-TR criteria for substance abuse and dependence. 83% of the sample were polydrug users, but reported cocaine as their main drug of use. 74.8% of the sample reported previously having attended treatment for cocaine dependence. At the time of the study, all of the sample was under residential treatment between their 4th and 12th week and was distributed in 5 different institutions whose treatment model is grounded in the philosophy of Alcoholics Anonymous. After factor analysis was performed, the model was adjusted to three factors. Factor 1 referred to intention to use cocaine, factor 2 expressed desire for cocaine consumption, and factor 3 referred to positive expectancies for cocaine consumption. The instrument showed good internal consistency with an α=.87.


El presente estudio tuvo como objetivo validar en la población mexicana la escala Cocaine Craving Questionnaire General (CCQ-G). Para conseguir tal objetivo, se entrevistó y aplicó la escala a una N = 233 consumidores de cocaína que decidieron participar voluntariamente en el estudio. Los criterios para ingresar al estudio fueron los siguientes: no sufrir un episodio psicótico, maniaco, depresivo o daño cognitivo que impidiera resolver adecuadamente la escala. La muestra estuvo constituida por participantes masculinos, que reunían los criterios del DSM-IV-TR para abuso y dependencia a sustancias, con edades comprendidas entre 18 y 59 años (M=27, SD=9.2). En el momento de las entrevistas estaban bajo tratamiento residencial entre la cuarta y duodécima semanas en cinco diferentes instituciones cuyo tratamiento se basa en el modelo de Alcohólicos Anónimos. El análisis factorial que se realizó señaló que el modelo se ajustaba a tres factores. El Factor 1 hacía referencia a la intención de uso de cocaína; el Factor 2 expresaba deseos de consumo de cocaína; el Factor 3 hacía referencia a las expectativas positivas del consumo de cocaína. El instrumento también mostró una adecuada consistencia interna con un α=.87.

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